Ya queda muy poco para las Navidades, y con ellas las grandes comilonas, las reuniones familiares, la decoración en las calles y las casas… y los regalos, que para mucha gente son un quebradero de cabeza no solo por el estrés que se acumula cuando aquello que buscamos está agotado en todas partes, sino también porque en todas las familias hay alguien a quien nunca sabemos qué regalarle. Un buen ejemplo de ello son los videos navideños personalizados, que son una variante de los cuentos personalizados, un regalo que se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos.

Aquel padre, aquel primo, aquella novia, a los que nada parece gustarles, o que sencillamente lo tienen todo y nunca sueltan prenda sobre qué les podría hacer ilusión en estos días de consumismo, sí, pero en los que a veces nos hace más felices dar regalos que recibirlos.

Busca regalos originales

Pues bien, agotadas las ideas de «vales para…» y cajas de experiencias, que son los típicos regalos para cuando no sabemos qué hacer, una buena idea es recurrir a lo no material, a aquellos regalos que no ocupan espacio, o que ocupan poco, y que hacen ilusión por lo inesperado.

Y arranca de la misma forma: tenemos que decidir el estilo que queremos para el vídeo, que puede corresponder a los diversos géneros de ficción audiovisual (aventuras, realismo, detectivesco, terror y un largo etcétera), y también se nos pedirá que rellenemos un cuestionario para acertar en la construcción de la historia de forma que se ajuste verdaderamente a la forma de ser y a los gustos de quien reciba el regalo.

Además, hay que proporcionar a la empresa que lo realice -porque con «vídeos personalizados» no estamos hablando del típico montaje fotográfico hecho en casa con el programa de edición de vídeo que viene en los Windows por defecto, montado con tan buenas intenciones como falta de experiencia- la información y el material que nos pida para poder llevar a cabo el proyecto.

Fotografías, vídeos grabados con cámara o incluso móvil -hay que recordar que los vídeos verticales que tanto abundan no quedan bien fuera de los móviles-, y hasta documentos que tengan algún valor en cuanto a los recuerdos de la persona homenajeada se juntan en un montaje audiovisual en el que aparecerán textos, narración en off y efectos para dar al conjunto un acabado profesional que la persona que reciba el regalo no olvidará y querrá volver a ver de vez en cuando.

Estos vídeos personalizados son un magnífico recurso para regalar en distintas ocasiones: despedidas, bodas, jubilación de un compañero de la empresa, homenaje a alguna persona por cualquier motivo y, por supuesto, constituyen una idea para regalar en Navidad que más de uno agradecerá, porque además de hacernos quedar bien y arrancar sonrisas (o lágrimas) al más pintado nos puede ahorrar, si lo hacemos con previsión, muchos dolores de cabeza cuando la sociedad entre en el frenesí de compras a mediados de diciembre.