Las parejas suelen tomar vacaciones al mismo tiempo para escapar de la rutina juntos, limar las asperezas del día a día con un buen descanso y compartir de noches interminables, pero paradójicamente  la realidad es otra. Aunque nunca es buen momento para poner fin a una relación sentimental, salvo que haya violencia de por medio y deba erradicarse de raíz, parece que el elemento de desconexión que se asocia a las vacaciones se lleva hasta el extremo de cortar todo vínculo con la situación actual. Lógicamente, eso supone que se deben buscar maneras de cómo superar una ruptura de pareja para que no queden secuelas.

Razones de la separación

Se ha demostrado que las rupturas aumentan considerablemente durante los días de asueto, y esto se debe a que muchas parejas asumen que los problemas dentro de la relación son consecuencia del estrés, no pasar tiempo de calidad juntos, el trabajo en exceso, la rutina, entre otras cosas, y creen que cuando llegan las vacaciones todo cambiará para mejor, pero muchas veces pasa todo lo contrario.

Aunque no hay razones específicas, se cree que durante los días libres las personas tienen más energía y tiempo para pensar detenidamente en la relación. Por lo general, el resto del año las relaciones se mantienen día a día en piloto automático, y esto se debe a que mantenemos la mente ocupada -trabajo, estudios, familia, amigos, compromisos sociales, etc.- y al final del día los individuos no tienen tiempo para reflexionar sobre la situación sentimental.

Vacaciones y separaciones

Por esta razón se cree que los conflictos suelen aumentar y la decisión de la separación se hace inminente durante los días de asueto. Probablemente no se trate de un problema que surge durante las vacaciones, sino que son conflictos que se arrastran y posponen hasta que la pareja tiene tiempo y mente para enfrentarlos. Por otro lado, durante el resto del año las parejas se manejan a través de cierta independencia, es decir, pasan menos tiempo juntos y en muchas ocasiones comparten el día con la familia, los hijos o amistades que le evitan a los individuos compartir momentos prolongados a solas. Contrariamente durante los días libres es cuando realmente se toma conciencia de que existe una cohesión dentro de la relación y se alargan los momentos juntos, y si en la convivencia hay roces esto lo agrava.

Vale la pena destacar que se debe tener siempre presente que, dentro de una relación es necesario que cada uno tenga su espacio personal, tiempo para desarrollar aficiones y pasar tiempo con amigos o a solas, para que ninguno de los dos se sienta asfixiado. Aunque muchas veces las vacaciones son tiempo de reencontrarse con otros familiares y amigos, y pasar más tiempo con los hijos –si se tienen-, no se debe olvidar el tiempo a solas con la pareja, para que no exista resentimiento ni sentimiento de rechazo en ninguno de los dos.

No temas vacacionar en pareja, simplemente evita llevar problemas del día a día al descanso y nunca descuides la sexualidad, ya que esta es un pilar fundamental en toda relación.